Lucía Valenzuela Bonola
La muerte es lo que anhelo y tanto espero, Ansío su visita, que sería un milagro, llamo a su puerta para ver si acepta, le ruego que me deje entrar e intento pasar a su mundo sin sufrimiento. Las palabras para pedirle que llegue no existen, solo se encuentran en la morgue. Nunca la he visto, quiero verla y conocerla, deseo que me lleve a su casa con ella. Deseo en su reino bailar a su lado, que me lleve a pasear y, sin problemas, andar por las veredas comiendo un helado sin pensar en las miles de normas. En este mundo ya no es posible vivir, solo hay amistades traicioneras que lastiman al punto de querer ir a tu mundo, querida muerte, tú sí me toleras.

Obra: Hombre, Gustavo Ronzón
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